En el universo complejo de la salud y el bienestar, el sistema nervioso desempeña un papel crucial. Dividido en dos partes principales, el sistema nervioso somático y el sistema autónomo, este intrincado sistema controla desde nuestros movimientos conscientes hasta la regulación de todos los sistemas de órganos, respectivamente.
¿Cómo puede el yoga influir en esta compleja red de funciones corporales, especialmente en el sistema autónomo, que opera sin nuestra intervención consciente? Sorprendentemente, el yoga tiene la capacidad de influir indirectamente en este sistema, proporcionando beneficios inmediatos para la salud física y emocional desde el primer momento de práctica.
El cerebro, epicentro de todas nuestras funciones cognitivas y fisiológicas, procesa información de dos formas distintas: neurofisiológica y neurocognitiva. Mientras que el primer tipo regula los sistemas de órganos para mantener la homeostasis, el segundo se ve influenciado por nuestras percepciones y pensamientos, lo que puede llevarnos a un círculo vicioso de estrés crónico.
Aquí es donde el yoga entra en juego como una herramienta transformadora. Esta antigua práctica tiene el poder de revertir este ciclo negativo, promoviendo la producción de neurotransmisores y hormonas inhibidoras del estrés, como la serotonina, las endorfinas, la oxitocina y las dopaminas.
Un aspecto clave del yoga es su enfoque en ejercicios isométricos, que trabajan simultáneamente músculos opuestos. Esto favorece la producción de dopaminas, hormonas asociadas al bienestar y la felicidad, lo que ayuda a contrarrestar el cortisol y la adrenalina, hormonas del estrés.
La estrategia de yoga para reducir el estrés se divide en tres fases principales: la reprogramación neurofisiológica mediante ejercicios isométricos, el trabajo con los seis pares de cadenas musculares y la implementación de secuencias específicas para obtener resultados accesibles y efectivos.
A través de una práctica regular enfocada en ejercicios isométricos durante tan solo 20 minutos al día, el yoga ofrece una ruta hacia la reprogramación neurofisiológica, transformando radicalmente nuestro bienestar físico y emocional.
Esta práctica es accesible para todos, ofreciendo una vía efectiva para combatir el estrés crónico y mejorar nuestro bienestar general. En resumen, el yoga no solo fortalece el cuerpo, sino que también reprograma nuestra mente, ofreciendo una vía efectiva para liberarnos del estrés y mejorar nuestro bienestar general.
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